jueves

Habla el pequeño pájaro. Habla y yo lo escucho con la boca abierta.

- Hubo un tiempo en que fui pájaro.
(* habla. * llora.)
- Tú eres un pájaro. En este momento. Ahora. Eres mi pájaro.
- No. Lo fui hace tiempo, hoy no. Hoy soy tus manos temblando. ¿Lo notas, Coco? Tiemblas.
(Es cierto. Tiemblo. Y tú también. Tiembla tu boca entreabierta. Tus alitas pequeñas.)
- Eh, Coco -
- Eh, * - susurras tú.
- Lo peor de todo es que nunca podremos dejar de ser soldados.
(Tú me miras y asientes. Sacudiendo las plumas.)
- Nunca dejaremos de serlo *. Ni siquiera al principio, cuando somos pequeños. Ni siquiera al nacer podemos evitarlo, no podemos librarnos del fusil. Porque lo llevamos aquí, *, lo llevamos aquí dentro.- y aprietas tu pecho, mi pecho (ahora que lo sentimos tan vacío) - lo llevamos tan en el fondo que es imposible librarse de el. Siempre fuimos soldados, ahora sabemos que algún día moriremos, y no tenemos miedo. No tenemos miedo, *, porque cuando nos demos cuenta de que hemos muerto, seremos lo que siempre quisimos ser.


P.D: Sustituir * por Cat.